Salud Covid

Nos encontramos en un parteaguas de la medicina del trabajo, donde la salud ha evolucionado y tomado la importancia que siempre ha tenido pero que no siempre representa en cada empresa. Y es que a partir de marzo de este año se ha volteado a ver al médico, a las enfermeras y a los paramédicos laborales, con Mayoor interés por el valor que representan para mantener las medidas máximas o mínimas en cuanto a la prevención del COVID-19.

Repasemos los elementos mínimos que el área de salud deberá tener para ser funcional frente a esta crisis, porque  a raíz de la declaración de la pandemia por la OMS  el riesgo biológico se ha convertido en un factor fundamental para nuestro programa de salud, aunque en realidad ya debería de estar considerado puesto que tenemos otros riesgos biológicos como la influenza, pero si no se encontraba ahora será indispensable incluirlo, consideremos la disminución de la propagación del virus como uno de los objetivos en salud.

Adicional a nuestro programa de salud, el plan de respuesta a emergencias debe contemplar el protocolo contra enfermedades infecciosas, y ahora meter de igual forma al  COVID-19, que bien si no se había pensado en este rubro el desarrollo de esta emergencia será vital, ya que implica analizar el lugar de trabajo y las actividades de los colaboradores contra los riesgos, los recursos que se requieren, los  procedimientos a detonar y la actualización constante de estos protocolos que responderán a la pauta que la autoridad vaya marcando conforme se presenten los casos en cada zona. 

También se tendrá que realizar un análisis exhaustivo de los riesgos de infección ya que este  determinará las estrategias de control (ingeniería y administrativas). 

Consideremos identificar  los factores de riesgo personales de cada uno de los trabajadores. Adultos Mayoores y personas con algunas enfermedades crónicas corren un Mayoor riesgo de desarrollar complicaciones graves al contagiarse de COVID-19, con ellos el manejo deberá ser diferente, respondiendo al semáforo de cada zona para determinar el plan y también tomar en cuenta el tipo de actividad que realizan para ver la gama de opciones en caso de que sea viable el trabajo en casa, reducir jornada laboral, cambio de horario, etc, con la finalidad de minimizar la exposición al virus. 

Salud Covid 2

Qué decir del equipo de protección personal adicional que ahora con la “nueva normalidad” debemos utilizar dependiendo la actividad y giro de cada empresa. Hablamos de cubrebocas o mascarilla, lentes o gogles, careta, guantes y otros. Destaquemos que no solo es proporcionar el equipo, el éxito de su eficiencia estará en el trabajo de sensibilización con nuestro personal para  para su uso e importancia, la capacitación del  mantenimiento de cada equipo y cuidados, así como el desecho en forma correcta.

Y es que es vital capacitar a los trabajadores sobre el coronavirus, cómo se transmite y los protocolos apropiados en el lugar de trabajo para prevenir o reducir la probabilidad de contagio, los síntomas y transmisión de la enfermedad.

Establecer protocolos para identificar y aislar casos sospechosos de  COVID-19, así como protocolos de limpieza y desinfección ambiental. Será fundamental establecer estrategias para que el contacto entre trabajadores sea el mínimo posible. 

Todos los elementos anteriores son un panorama general del giro que ha tomado la medicina del trabajo, recordemos que de nada sirven los protocolos en papel si no sensibilizamos al personal y hacemos un verdadero cambio de cultura en donde existan buenas prácticas como el lavado de manos, los buenos hábitos respiratorios, el uso correcto del cubrebocas, entre otros, logrando la convicción de nuestros trabajadores pero sobre todo llegando al punto en el que cada empresa cuide al máximo a su recurso más preciado: los colaboradores.

Dra. Ana Graciela Ramírez Leyva

SBC Strategic Business Consulting, SC

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